miércoles, 18 de septiembre de 2013

Tomaduras de pelo: Ilusión de causalidad e ilusión de control

Cuando a un suceso A le sigue otro suceso B, a menudo tendemos a pensar que el primero causa el segundo. Es una estrategia que utilizamos constantemente los seres humanos para poder predecir el futuro de forma sencilla y rápida. Es lo que se conoce como contigüidad espacio-temporal. Por ejemplo, alguien pulsa el interruptor de la luz y ésta se enciende. Pensaremos que el hecho de apretar el botón ha causado que funcione la lámpara. 

He aquí un un programa de bromas de cámara oculta, donde aparecen algunas, que ilustran bastante bien cómo mediante el uso de la contigüidad se pueden generar ilusiones de causalidad (atribuir causas de forma errónea) o de control (creer erróneamente que se tiene el control o dicho de otra forma, que nuestras acciones son la causa de los cambios en el medio).

 

Por ejemplo, en el primer gag de todos, los actores simulan disparar (ver vídeo). Aparentemente al cañonazo le sigue la aparición del agujero en la pared, lo que deja perpleja a la víctima seguramente por lo surrealista de la situación y por parecer que los daños son provocados por la acción del señor canoso (cuando realmente no es así). 

En el minuto 2 del mismo vídeo hay otra broma en la que un tipo vestido como Jesucristo, tras un pase mágico, resucita un ratón que hace unos momentos se encontraba moribundo. Lo que realmente ocurre es que le dan un cambiazo a la caja. Lo que percibe la víctima: el hombre barbudo acerca la mano y justo después está vivo el animal, cual truco de magia. Los transeúntes que caen en el juego ponen una cara de lo más divertida. 

Y en el minuto 11 una tercera trampa, en la que de nuevo la sincronización de movimientos lleva a las personas que caen en esta treta a pensar que tienen el control de la grúa que sujeta al policía, es decir, caen en una ilusión de control (el momento preciso en el que puede verse es en el minuto 12). Como podéis apreciar, muchas de estas bromas nos pueden servir para observar el comportamiento ajeno y reflexionar sobre nuestra propia forma de pensar.

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